lunes, octubre 06, 2008

Basura nuestra, aquí está una herramienta urgente

Lo último que he visto en esta ciudad nuestra que todas padecemos es una suerte de plaga y contaminación manifiesta en todos nuestros cuerpos: alergias, toses, erupciones, llagas, piquiñas, ardores, asmas, gripes, pestes, conjuntivitis... agrega usted más, su última dolencia, por ejemplo. Luego me dicen que soy una exagerada, una alarmista profesional, una ociosa que no hace más que quejarse de la ciudad, de los partidos políticos, de los Consejos Comunales, de los envenenadores de gatos y gatas.
Siempre dije que el tema de la basura —basura es basura porque son desperdicios alfombrando inútilmente muchas de nuestras aceras, brocales, islas, plazas, bancos, fuentes de agua, estacionamientos, esquinas, maceteros... ¿dónde más?— sobrepasó toda competencia municipal. Se convirtió en un asunto de salud pública, de educación transversal, de patrones de consumo (capitalista salvaje), de proyecto de vida, de hábitos, de ética, de responsabilidad con las futuras generaciones, con la naturaleza, con el ambiente, con nosotras mismas, con el universo mundo...
Nunca vi a Caracas tan contaminada, putrefacta, maloliente, despellejada, descarnada, mutilada, sucia, mal querida. En plena época de electoral, no sé cómo ni quiénes pueden realizar un verddero acto de fe: votar por el PSUV a sabiendas que es el mismo partido de Bernal y Barreto, portaaviones político donde se encaramaron para aprovecharse de todo y desgobernar esta ciudad, gastar el mas obsceno presupuesto publicitario en decir que son una maravilla y retirarse tan tranquilos, en vez de ahorcarse en la Plaza Bolívar, tras una carta de arrepentimiento y perdón, antes de arder en la Quinta Paila del infierno. No me la calo más. Todas enfermas y enfermos, nadie relaciona el tema de la insalubridad con el tema de las epidemias alérgicas, epidérmicas y de la locura colectiva, la violencia, la agresión en una ciudad que a todas nos hunde en la mierda. ¿Exagerada yo?
Aquí le dejo un encomiable y difundible esfuerzo del Colectivo Tiuna, El Fuerte.



No se aguantarán los genios y genias de las políticas públicas para decir que esto es más mierda, que es peor el remedio que la enfermedad, que los chavistas somos un rancho, tenemos un rancho por cerebro y que queremos exportar el rancho, promover el rancho y el mal gusto.
¿Saben qué? Pueden irse todos a perfumarse, despilfarrar y consumir mucho, contaminar bastante y ahogarse en toda su mierda de mundo que heredarán a las futuras generaciones. Aunque no soy rezandera, pido a las diosas que alguien nos escuche, que el alcalde electo —pudo haber sido una alcaldesa competente, cosas del machismo— pueda y se faje seriamente con este tema. Sino, las cucarachas y las ratas vivirán para ser testigas de excepción.