domingo, agosto 17, 2008

Contigo Caracas avanza hacia el abismo: decidió cambiar de alcaldes

En plena campaña electoral de alcaldes y gobernadores, cualquiera de mis amig*s chavistas me diría que no abriera flancos a la oposición desquiciada para que termine de descuartizar la (anti)gestión de la dupla Bernal/Barreto. "No hables mal de ellos... déjale ese trabajo a la oposición".

¿Y si vives en el centro de Caracas?
Desde la puerta de mi hogar, en plena avenida Universidad, los contenedores de desechos sólidos que prometían desde hace aaaaaaños ayudar a organizar las desbordantes toneladas de basura, sirven como carpa momentánea de indigentes y seres desgraciados que sobreviven a la intemperie. Muchos de esos contenedores están desaparecidos, otros están ya bastante deteriorados y el basurero —comida descompuesta y botellas de cerveza— siguen poblando cada ricón, maceta, jardinera, torrentera, alcantarilla, quicio, ventana, puerta, reja, rejas, rejillas, portones, barrotes, cárceles. Vivimos encerradas en minúsculas parcelas. Hasta los quiosqueros —vendedores de diarios— se encierran en sus minúsculos espacios diseñados por la Alcaldía del municipio Libertador, reja de por medio y contra toda norma de seguridad, aún contra toda sensatez, todo por evitar los temidos atracos y hurtos. ¿Qué nos pasa?

Que alguien me explique
No me digan lo obvio: que esta ciudad es ingobernable, que la anarquía, el caos y el sálvese quien pueda es la justificación y excusa perfecta para callar y aceptar el chantaje político de la CIA conspiradora que acabará con nuestros logros bolivarianos. ¿Hasta cuándo? Ya estoy convencida de que la dupla Bernal/Barreto, como aquel personaje de Benito Testaverdi, gángster ficcional de la Coordinadora Democrática que publicaba en Panacuates, son piezas del engranaje conspirador que están ayudando a derrocar nuestro pujante proceso político revolucionario. Díganme loca, sí, creo veníamos galopando sobre un vertiginoso ritmo de cambios que en su punto de mayor radicalización echó un frenazo repulsivo y decepcionante. Que alguien me explique cómo hemos sobrevivido a tanta negligencia ciega (¿es una redundancia?) y a tanto desdén, a tanto desgobierno local.

Hace años, cuando la doctora en epidemiología Ana Elisa Osorio estaba a la cabeza del Ministerio del Ambiente, le advertí en un acto —cual ciudadana común y corriente que soy, doliente de esta ciudad que padezco a diario— que el tema de los desechos sólidos, su recolección y depósito, el buhonerismo altanero y secuestrador del espacio público, tendría un alto costo político-electoral. ¿Exageraciones?

Si me ponen a jerarquizar los problemas más agobiantes y desesperantes de esta megalópolis esquizofrénica, ¿coincidiría conmigo en la lista de "Las 10 desgracias que más fuertemente nos azotan en Caracas"?

1. El hampa con el moño suelto. La inseguridad. Aunque me resisto al miedo y no me permito que nada ni nadie me impoga toque de queda, la prudencia aconseja no arriesgarse estúpidamente a ninguna hora en ninguna parte de la ciudad. ¿Quién dijo miedo? ¡¡¡Tod*s!!! Y la sensación de seguridad no avanza.

2. El tema de los desechos sólidos. La basura. La propia definición es un atraso que no ha logrado un salto cualitativo ni con contenedores, ni con más camiones recolectores, ni con cuadrillas, ni rellenos sanitarios. Porque: o la dupla Bernal/Barreto desarrolló una tara imposible con el tema o se hacen los pendejos o no les da el negocio o se los comió la mafia o todas las anteriores juntas. Sin programa de clasificación de desechos, sin sistemas ni horarios de recolección, sin educación y formación en valores de consumo, programas de sustitución de envases reciclables, y muuuuuulltas, multotas a grandes empresas cerveceras por eliminar las botellas reciclables, así como estímulos tributarios a comercios, industrias y condominios por convertirse en campeones del reciclaje y la clasificación, jamás... JAMÁS lograremos avances en este tema. No soy ninguna experta en esto. Ni siquiera poseo sentido común, el menos común de los sentidos. Pero por los clavos de Cristo: ¿nadie le pondrá corazón a esto? Visito con mucha frecuencia los barrios y las zonas más deprimidas económicamente y el asunto de la basura bordea un crimen de lesa humanidad. Ni el Ministerio del Ambiente ni las alcaldías, ni los Consejos Comunales ni las Mesas Técnicas de Agua podrán por separado, aislada y epilépticamente resolver esta desgracia. Una acción orquestada, una verdadera política de Estado podría, sólo si comenzamos desde el principio y como se debe...

3. El tráfico infernal. Por el tiempo, el estrés, la calidad de vida. Se nos va la vida yendo y viniendo... ¡¡y de qué manera!! Ni hablar de la gente que viaja desde y hacia las ciudades dormitorios como el eje Guarenas, Guatire o Charallave. Aunque las meritorias obras de trenes y expansión de vías del metro de Caracas ayudan con la rapidez, el tráfico sigue siendo un caos! Aunque fiscalas y fiscales de tránsito han mejorado sensiblemente los flujos en las deterioradas vías principales, los volúmenes siguen atorándonos horas insufribles, más aún con el millón de automóviles que el castrocomunismo chavista puso en las calles. ¡Ahora hasta mis gatas tienen vehículo propio!!!

4. El transporte público ausente, deficiente y humillante, espera por la estatización de un verdadero Sistema de Transporte Público Integral superficial que complemente el sistema de transporte subterráneo. Por debajo de la tierra los planes marchan, pero por encima sigue el más desmoralizante y humillante modo de agresión de esta ciudad: el maltrato de los camioneteros y autobuseros. Y hablo en masculino porque para completar, prácticamente no hay mujeres choferas. Quizás las cosas cambiarían, habría más prudencia y orden. Valga mi reflexión sexista para decir que el tráfico caraqueño es extremadamente machista: altanero, grosero, sobrado, abusador, agresor, acomplejado y siente desprecio por todo lo que no tiene falo ni testículos.

5. La ausencia de espacios públicos limpios y aptos para la recreación. ¿Dónde están los parques de bolsillo, las plazas cuidadas, los columpios, los bebederos públicos, los palomares, los personajes emblemáticos de la ciudad? En esto, la dupla Bernal/Barreto tendría que responder ante la ciudadanía y las leyes. ¿Cuánto tiempo lleva desmantelada la plaza Andrés Bello? ¿Qué ocurrió con el Parque Los Caobos y todo el espacio robado por la Misión Negra Hipólita, luego del arrase criminal de las obras del metro? ¿Qué ocurrió con los espacios verdes de autopistas rescatados por aquel programa de la cuarta "Un cariño para mi ciudad"? ¿Qué pasa con el abandono del Parque Arístides y su eterno bote de agua potable sobre la avenida Andrés Bello? ¿Qué pasó con El Calvario? ¿Y la Plaza O'Leary ahora con un horrendo módulo policial atravesado y sin una sola sombra ni un banco donde sentarse? De lo que se trata es que el diseño de los espacios urbanos sean útiles, agradables y acordes con el paisaje humano. No me digan que me quejo del módulo policial porque está y si no estuviera entonces me quejaría de la inseguridad. Dios de mi vida... ¿pueden colocar el módulo policial en un espacio adecuado, no precisamente en todo el frente de la fuente con sus toninas? ¿Si hay bancos entonces florece la indigencia y el abandono necesariamente? Eso ocurre, por ejemplo, con la Plaza Las tres Gracias de Los Chaguaramos. Ni hablar del área de la avenida Fuerzas Armadas y el pasaje subterráneo hacia la estación del metro La Hoyada. Parece Fallujah, parece un pueblo fantasma con una charco de agua putrefacta, un pasadizo lleno de mierda y orines en pleno centro de Caracas. ¿Y la de Parque Carabobo? ¿Y la Plaza Candelaria? ¿Qué dicen a eso la dupla Bernal/Barreto?

6. Vivimos en tinieblas. Ni hablar de la condición perfecta para todo tipo de crímenes. Si pasas por la avenida Bolívar, con sus flamantes bombillos solares, no verás nada. Está a oscuras. ¿No me crees? Pasa ahorita mismo, 9:50 pm de un domingo 17 de agosto y desmiénteme. Pasa ahorita mismo por el Paseo Los Ilustres, allí mismo frente a la Universidad Central de Venezuela. Pasa ahorita mismo por la Plaza Morelos, frente al hotel Alba Caracas. Pasa ahorita mismo por la avenida Lecuna, una cuadra antes de Parque Central, pasa por Parque Carabobo, el espacio que está frente a la antigua PTJ, actual CICPC para que veas todas esas callecitas oscurísimas, llenas de indigentes que duermen a lo largo de todo el Centro Parque Carabobo, allí mismo frente a ese tierrero enorme donde funcionan dos escuelas de fútbol infantil y juvenil y que nada ni nadie ha podido mejorar en sentido deportivo, urbanístico, estético. ¿Cómo no quieres que me sienta insegura, atracada, violada, violentada y llena de rabia porque tras casi una década, nada ni nadie —yo la primera— hemos podido rescatar y luchar por espacios urbanos dignos? Noooo. Pero la campaña electoral apremia, camarada. Eso será para después...

7. Somos unos bárbaros. Matamos a gatos, perros, ardillas y talamos cuanto árbol se nos atraviese. La red de vecinos, afines y conexos del centro de Caracas —gente estúpida y cursi— que no tiene nada que hacer en la vida, se la pasa rescatando a los pobres perros y gatos callejeros y hasta las ardillas e iguanas —increíble pero cierto— que todavía nadie sabe cómo, sobreviven en los alrededores de la Plaza Bolívar y Palacio Federal Legislativo. Por no hablar de los gatos del Sans Souci, de los que aún nadie sabe quién asesinó. ¿Pero a quién le importa? La ¿Quién dijo que eso era importante y rasgo distintivos de sociedades socialistas y sensibles, civilizadas, humanas, solidarias, generosas? Lo del socialismo es pura pose y discurso. La gente se ha visto obligada a organizarse para proteger a los perros y gatos callejeros, aún en contra de las prácticas asesinas de la Fundación de Protección Animal de la Alcaldía de Caracas, organismo cuya única función es recoger a los perros y gatos que están en el centro de la ciudad (bajo el criterio ambientalista de que le dan mal aspecto), para hacinarlos en el campo de concentración y exterminio de animales, que es el módulo de dicha fundación ubicado en la avenida Andrés Bello.
Ya sabemos que hasta la Ley de Protección Animal se paralizó porque a los coleadores, "mataores" de toros y los cogedores de burras y gallinas se sintieron ofendidos en nombre de las más excelsas tradiciones culturales. Noooo, con mi burra no te metas, con mi toro no, con mi gallo no. Somos socialistas, camarada, ¡¡¡pero tampoco exagere!!!!

8. La cultura del juego. Ese es el otro chantaje. Como somos de juego y bebedera, queremos construir un socialismo de pose y de discurso lejos del compromiso y los valores socialistas. Entra en una de las innumerables salas de juego, bingos y casinos clandestinos y hablamos después. Gente reconocida —no pendejas como yo— como por ejemplo, José Vicente Rangel, ha denunciado el juego a granel en los famosos casinos, muchos de ellos asociados a nombres de gente del alto gobierno. Personalmente, quisiera que alguna autoridad, o la misma dupla Bernal/Barreto, me dijera por qué esperaron 10 años o más para pedirle licencia al casino de la esquina de Urapal en plena avenida Urdaneta. Ese casino funcionó todos estos años sin permiso, ni letrero ni licencia de licores. Y con muchos funcionarios de seguridad en la puerta, bien vestidos y encorbatados. Y lujosos autos saliendo y entrando las 24 horas. ¿Y el Seniat dónde estuvo que no le cobrabra los impuestos? ¿Y con permiso de quién funcionó? ¿Qué dice el dúo dinámico Bernal/Barreto? ¿Hablamos de las licorerías, la banca, los remates hípicos y los espacios públicos alquilados por mafias matraqueras de la PM?

9. La ilegalidad es una nota. No hay decoro ni disimulo ni vergüenza ni freno ni justicia. La impunidad nos aniquila. ¿Vas a seguir, Abigaíl? Aquí quien manda soy yo. Y tengo un pana policía, otro fiscal, otro abogado, soy la hija del diputado tal, mi hermana es esposa del general Hurtado. No hay sistema de justicia y las cárceles están llenas de pobres diabl*s sin posibilidades de tráfico de influencias. Por eso el violador de la peninteciaría de San Juan de los Morros dice que es hijo de un ministro, tiene celulares y protectores dentro de la propia cárcel: paga condena máxima de 30 años y se da el lujo de violar sexualmente a cuanta mujer quiere y nadie ni nada hace o dice nada. Si talo los árboles, atropello y mato a un peatón, soy motorizada e irrespeto todas las leyes de tránsito terrestre, me trago las luces, vendo drogas, me robo material hospitalario, cabalgo horario, hago mala praxis, estafo, timo, injurio, hurto, falto a mi trabajo, llego tarde, boto basura, orino en plena vía pública, estropeo contenedores de basura, destruyo propiedad pública, conspiro, hago guarimbas, instigo al magnicidio, miento, desvío fondos públicos, extorsiono, secuestro, hago lo que me da la gana, me quedo tranquila porque nada me pasará. Silencio. Tod*s somos cómplices y mientras tanto la revolución que espere, que todo cambie para que todo siga igual.

10. No hay comunicación con las autoridades locales. Hace meses —antes del referendum para la Reforma Constitucional— intentamos infructuosamente hablar con el Alcalde Barreto, mi viejo profesor de sociología de la comunicación en la UCV. Llamamos, dirijimos cartas, solicitamos audiencias. No es posible hablar con las autoridades locales. Fue más fácil hablar con el presidente Chávez, hombre tan ocupado como accesible. Chávez va a cada acto de rendición de cuentas de las Mesas Técnicas de Agua, por ejemplo. Allí lo vemos cada año. Pero los alcaldes no. Publican unas agendas cumplidas, tú vas a los lugares y no es posible hablar con ellos. Ni hablar de Bernal. Jamás lo he visto, excepto en un acto de bautizo del libro de Heinz Dieterich en el Celarg. Llegó con una nube de guardaespaldas motorizados, él mismo manejando una. Recordemos que fue un policía motorizado. Esa noche recibió un abucheo enorme de la sala. El ingenuo de Ernesto Villegas —moderador del acto— le dio la palabra tras la súplica de Luis Britto García por la erradicación de la cultura del juego y los casinos clandestinos. ¿Se sentiría aludido? No veo la hora en que esta dupla Bernal/Barreto que nos ha llevado a tant*s a la desmoralización y el cinismo, se termine de ir para abrir la posibilidad a una ciudad vivible. No me hago ilusiones con los próximos alcaldes, porque todo puede ser peor siempre, aunque es difícil igualar a los criminales desgobiernos de la dupla Bernal/Barreto. De aquí en adelante lo que nos espera es trabajo, trabajo y más trabajo.