(Islamabad, 16/05/2011. Por Helde Monio*,
reportero internacional de la Red Panacuates)
"¡Hay fuego en el 23!"
gruñó un alarmado Osama
cuando varias explosiones
que no eran de trikitrakis
lo sacaron de la cama,
pues no eran unos wones
entusiasmados tomando
sino un grupo de comandos
que habían enviado los yanquis.
Cuente señor Bin Laden
¿Qué fue lo que aconteció?
Se ha dicho que desarmado
les opuso resistencia,
le dieron unos coñazos
a usted y a algún familiar,
torturados y abaleados
los dejaron sin conciencia
y les lanzaron al mar.
Es fácil abrir la bocota
para CNN y sus cotorras
pero el ci-es-ai-petejota
demostró que no fue así.
Desarmado ciertamente
cuando a una de mis señoras
la agarraron en patota
les sacudí por la frente
y por un lado me les juí.
Después mostraron su inquina
echando plomo parejo
buscándome en la cocina
creyendo que soy pendejo.
En medio de tanta gresca
logré llegar a la playa
y escondido en la atarraya
escapé en mi lancha de pesca
Siguió el fuego y el humero
en tierras de Abbottabad.
Muy cerca de los cocoteros
en heroica resistencia
varios de mis compañeros
uno de los helicópteros
que violaba mi residencia
lograron ¡zuás! derribar.
Me estuvieron persiguiendo
muy lejos de Islamabad.
Gritaban los gringos “¡Matad!”
mientras yo los iba eludiendo
Hasta que por carambola
cañonearon mi piragua
y al verme caer al agua
dijeron “¡ya peló bola!”
“¡Lo matamos!”, canta Obama
desde un coro en Casa Blanca
“¡Dimos matarile a Osama!”
Y los gringos humanistas
en estadios y en las plazas
celebran con sus porristas
pues según Barack proclama
no habrá bombas en la casa.
Pero el pícaro Bin Laden
no fue a dar hasta el Mar Muerto,
al Mar de Baffin ni al Mar Rojo.
Se dijo a sí mismo “¡nade!,
aporreao y algo cojo,
arribó a la Atlantis resuelto
y en cirugía convencional
le pusieron branquia real.
Le podaron la pollina
mucho mas que a Supermán
y con visión submarina
persigue a la Séptima flota
en los mares radioactivos
y al marine que ve rebota
con tridente ejecutivo
el justiciero Osaquamán
“¡Hay fuego en el 23!”,
gritó un desgarrado Obama
cuando varias explosiones
en lujosa filigrana
lo agarraron descuidado
como a pajarito en rama.
Y escuchó una voz muy grácil:
“¡a mí no me j… tan fácirrrr!”
(*) Helde Monio, analista internacional de la red Panacuates, grupo irregular
con oficinas en la montaña de Sorte, estado Yaracuy (Venezuelan Bolivarian Republic)
y en otros estados forajidos. Experto en técnicas de negociación, promotor de mesas
de diálogo entre grupos armados y parejas en conflicto.
Asesor de la Santa Sede en materia de imagen corporativa,
inversiones bursátiles y testaferrazgo.
Vendedor ambulante de ropa y cachivaches.
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